Se dice de un carro viejísimo, destartalado y medio peligroso, de esos que suenan a lata, botan humo y te dejan botado cuando les da la gana. Es como llamar al carro una chatarra con ruedas, pero con sabor guaireño. Si te montas, vas rezando y mirando el taller más cercano.
"Chamo, ese carro e' perro no sube ni la cuesta del barrio, va tosiendo y echando humo. A la mitad se le salió un caucho y el pana juraba que era normal."