En Áncash se le dice chambeque a la persona que alardea un montón, promete proyectos gigantes y se vende como crack, pero a la hora de la verdad no cumple nada. Mucho floro, cero acción. Es ese pata que siempre está hablando de sus supuestos logros y al final no mueve ni un dedo, aunque a veces da hasta risa verlo posar.
"Ese Juan se llena la boca con sus negocios millonarios y viajes a Miami, pero al final es más chambeque que mototaxi sin gasolina, nunca concreta nada el causa."
En Áncash se dice cuando, sin planear nada, se arma una fiesta improvisada de esas que empiezan con una chela tranquila y acaban con música a todo volumen, baile y medio barrio metido. Es el plan que nace de la nada y se descontrola bonito. Si hay chambeque, olvídate de irte temprano.
"Fuimos al cumple de Juanito a saludar nomás y se armó un chambeque bravaso, con huayno a todo volumen y la vecina bailando como si fuera su boda."
En Áncash se usa para señalar al pata que siempre anda buscando lío por puro gusto, sin necesidad y casi como hobby. Es ese que arma cada travesura absurda solo para ver qué pasa y luego se hace el loco. No siempre es mala leche, pero sí bien imprudente, y a veces deja a todos metidos en el chongo.
"Ese Juan es un chambeque, ayer se metió al mercado con su bici haciendo trompos entre los puestos y casi tira la caja de pollos de la caserita"