Se dice cuando está cayendo una llovizna ligera, de esas que no parecen gran cosa pero te dejan todo salpicado. Es como que el cielo nomás anda aventando chisguetes. Muy de rancho y bien útil para explicar por qué llegaste medio mojado o por qué no saliste. Y sí, suena chistoso, pero pega.
"Llegué tarde porque se soltó a chisguetear por mi casa y, la neta, no iba a salir a mojarme la greña nomás por gusto."