Se le dice al típico amigo rata que cae a la juntada, come como si no hubiera mañana y, cuando llega la vaquita, se hace humo. No es un monstruo de leyenda, es peor: el que siempre “se olvida” la billetera y desaparece justo cuando toca pagar. Da bronca, pero el apodo es buenísimo.
"Che, no lo invites a Nico al asado: se baja medio costillar y cuando pasamos la vaquita se va al baño y no vuelve. Es el Chupacabra de San Luis."