En La Rioja, una concha es el caparazón vacío del caracol que queda tirado por el suelo después de la lluvia, cuando el bicho ya no está. Nada que ver con el insulto argentino, aquí es algo bastante inocente. Eso sí, si te lo encuentras en el plato del estofado igual se te quitan las ganas de mojar pan.
"Tía, con la que ha caído esta noche el patio está petado de conchas, los críos van con el cubo como locos buscando caracoles para hacer una carrera en la mesa del salón."