Se usa para decirle a alguien que piense bien las cosas, que se concentre y use la cabeza para resolver un problema o tomar una decisión. Es como un jalón de orejas cariñoso cuando el otro está en la luna. Suena relajado, medio regañón, pero con buena vibra, y hay que admitir que a veces hace falta que nos lo digan.
"Parce, deje de mirar el celular y dele al coco, que si no cuadramos bien este paseo a Taganga nos toca dormir en la playa sin un peso."
Expresión para decirle a alguien que piense bien las cosas, que use la cabeza y no ande en modo zombi. Se suelta cuando la otra persona está medio perdida o no capta la idea ni con dibujitos. Es como un recordatorio cariñoso de que el cerebro no es solo de adorno, y la verdad es que suena bastante gracioso.
"Hermano, si vas a invitar a tres jevas con solo dos sillas, dale al coco primero que después andas haciendo malabares como payaso de circo."