En Madrid se dice cuando alguien se pone a hablar sin freno, soltando charla a saco y enlazando tema tras tema. También puede valer para escribir mucho en el ordenador, pero en plan de bar suele ser más de darle a la lengua. Vamos, que te lías y cuando te quieres dar cuenta ya es de madrugada.
"Quedé a tomar una caña rápida y acabamos dándole a la tecla tres horas, arreglando el mundo, rajando del jefe y pidiendo otra ronda."