Expresión muy usada en el Cesar para decirle a alguien que deje el desorden, la desorganización o la pereza y se ponga serio con lo que tiene pendiente. Es como decir deja la recocha y organiza tu vida, tus cosas o tus tareas. Suena suave, pero en el fondo es un jalón de orejas con cariño.
"Oe, primo, deja el tingo con esos papeles tirados por toda la casa y ponte a organizar antes de que llegue tu mamá y te arme el bololó."