Se usa para decir que alguien está bien desconfiado, con la guardia arriba y sin creerle ni al padre. La gracia es que casi no se ve a un regio sin sombrero, así que la desconfianza es igual de rara pero muy marcada. Es una forma muy norteña de decir que no te tragas cualquier cuento, y la neta tiene su encanto.
"Desde que me clonaron la tarjeta ando desconfiado como un regio sin sombrero, hasta al del banco le reviso hasta el gafete dos veces."