Se dice para meter prisa o pedirle a alguien que le ponga un puntito más de ganas, fuerza o ritmo a lo que está haciendo. Vamos, como un empujón de energía en versión mini. Suele salir en curros, tareas de casa o cuando el plan se está eternizando y ya apetece acabar y largarse.
"Venga, echa un gramo con el curro, que como nos liemos nos dan las mil y todavía sin recoger la movida."