Se dice cuando alguien le es infiel a su pareja, o sea, cuando le pone los cuernos sin asco. En Venezuela es bastante común y suena bien directo, como para soltar el chisme sin rodeos. Vamos, que la relación va en picada y el otro anda de “aventura” por ahí. Y sí, es bien feo.
"Marico, me contaron que Pedro le está echando los cachos a la jeva y todavía se hace el santo. Qué cara 'e tabla, vale, así no se puede."