En Barinas se usa para hablar de sentarse a conversar con calma, sin apuro, casi siempre a la sombrita y con brisita sabrosa. Es como ponerse a echar cuentos, recordar anécdotas viejas, chismear un poco y filosofar sobre la vida. Es de esas pausas largas que se disfrutan más que la propia comida, y la verdad es que provoca bastante.
"Muchacho, deja de estar pegado al teléfono y ven pa' acá bajo el samán a echar un rango, que tengo unos cuentos de cuando tu papá era chamo que te vas a quedar loco"