Se usa para decir que vas a tomarte un café cortado, normalmente en el bar del pueblo o del barrio, cuando el cuerpo ya va pidiendo gasolina. Suele ser plan de media mañana o media tarde, con charla, cotilleo y alguna tapa si hay suerte. Básicamente es la excusa perfecta para parar un rato y desconectar del curro.
"Tú verás, pero yo sin echarme un cortao en el bar de Manolo a media tarde no rindo, que luego me entra la modorra en la oficina del ayuntamiento."