Se usa para decir que alguien está totalmente perdido, colgado o en blanco, como si la cabeza fuera un pizarrón lleno de tiza y nieve que no deja ver nada. Es esa sensación de que no te entra una idea más, ni aunque te la dibujen. Muy útil para cuando estás quemado de tanto estudio, o simplemente estás en la luna.

"Profe, hoy ni me pregunte, que con el parcial de ayer tengo el tablero tan nevado que no sé ni cómo me llamo, menos voy a saber la respuesta."

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