Se usa para describir a alguien que viene pasado de tragos, alegre a lo loco y con la lengua suelta, típico después de una buena parranda con cocuy o ron barato. No es solo estar borracho, es andar contento, escandaloso y medio desubicado. Y hay que admitir que a veces esas emparrandadas dejan historias épicas.

"Anoche llegó el vecino tan emparrandado que se puso a cantar gaitas a grito herido y a invitar hasta al perro del barrio a seguir la rumba en el porche."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!