En Baleares se usa para decir que te recorre un subidón tan bestia que se te pone la piel de gallina y casi te quedas clavado en el sitio. Es como si te pasara un calambrazo de emoción por todo el cuerpo. Suele pasar con goles épicos, conciertos brutales o noticias que te dejan loco perdido.
"Estábamos en el Son Moix y cuando marcó el Mallorca en el descuento me enrampiné tanto que casi me caigo por la grada, los colegas aún se están descojonando"