En Arequipa se dice de alguien que anda con harta plata, se da sus gustitos y va por la vida en modo fino. Puede ser porque le está yendo brutal o porque se está tirando la casa por la ventana. Suena medio burlón, como diciendo: míralo, bien pituca, viviendo sus vacas gordas.
"Desde que Pedro pegó la lotería, ya no pisa el menú del día: puro restaurante caro, viajecito y ropa nueva. Ahora anda bien pituca, pues."