En Nariño se dice de alguien que anda bien pilas y con ganas de aprender, como curioso y atento a todo lo que le enseñen. Es esa persona que pregunta, escucha y se mete a cursos por puro gusto. No es que sea sabelotodo, es más bien que está avispado y con hambre de conocimiento.
"Desde que Juana entró a la U anda catanillo, se metió a un curso de japonés, otro de cocina y todavía le queda tiempo pa' preguntar de todo."