Se dice de alguien que está en su mejor momento: con energía, bien presentado y con una actitud que contagia. Vamos, que está fino, prendido y listo pa’ lo que sea. La comparación con el arroz con coco es puro antojo costeño metido en la conversación, porque si eso está bueno, la persona también.
"Desde que volvió de Villavicencio, Juanita llega a la oficina tempranito, con toda la actitud y hasta trae tinto pa’ todos. Esa vieja anda como arroz con coco, no se le acaba la pila."