Se usa cuando alguien está hecho un lío, confundido, con la cabeza dando vueltas y sin entender bien qué está pasando. Puede ser por chismes, por una explicación enredada o porque todo el mundo habla a la vez. Es como tener la mente hecha un nudo, y la verdad es que a veces da hasta risa ver al pobre embolinao.
"Entre que el profe cambió el examen tres veces y el chofer dijo que el bus salía a las 7, a las 8 y luego a las 9, yo ya estaba todo embolinao mirando el reloj en la plaza"