Se dice cuando alguien anda reventado de tanto jale, sin pila y con cara de que ya no da una. Es como estar molido, pero con ese toque norteño de que te traen en friega y ni chance de sentarte. No es que estés triste, es que el cuerpo ya está pidiendo esquina y una coquita.
"No inventes, compa, hoy sí ando bien fletado: me aventé doble turno, el calorón pegó duro y todavía me falta pasar por las tortillas."