Se usa cuando estás tan cansado que parecés un zombie con ojeras hasta el piso. Es estar reventado, sin pilas, con el cerebro en modo avión y el cuerpo pidiendo cama a los gritos. Ideal para después de laburar mil horas seguidas o de una noche eterna de joda. Y hay que admitir que suena bastante dramático.
"Boludo, dormí tres horas, viajé como sardina en el bondi y encima tuve reunión eterna con el jefe, estoy fusilado, si me apoyo en la pared me quedo dormido al toque."