Se usa en Yucatán para decir que alguien está rendidísimo, todo apachurrado del cansancio, como el pib que se entierra y queda bien prensado en la tierra. Es esa sensación de que ya no puedes ni con tu alma y solo quieres tirarte en la hamaca a ver el techo. Y la neta suena muy sabroso.
"No manches, después de cargar cajas todo el día en el tianguis y aguantar el solazo, llegué a la casa hecho un pib y me quedé dormido con los tenis puestos"