Expresión muy usada para decir que alguien se está dando valor, afirmando el ánimo o agarrando coraje antes de enfrentar una situación complicada. Es como ese momento previo en que respiras hondo, te pegas una charla motivacional interna y te lanzas igual, aunque estés medio cagado de susto. Y hay que admitir que suena bastante chistosa.
"Hermano, antes de ir a pedirle aumento al jefe tuve que templar el pollo en el baño, respirando hondo, porque sentía que se me salía el corazón por la boca"