En Nicaragua se dice cuando alguien anda bien bravo, molesto o a punto de explotar del enojo. Es como si por dentro estuvieras hirviendo, con la sangre caliente y cero paciencia. Se usa para describir ese cabreo que se te nota en la cara y en el tono. Ojo, mejor no picarlo más.
"Le cancelaron el vuelo a última hora y el mae se fue del aeropuerto bien hervido, puteando bajito y con cara de pocos amigos."