En Tucumán se dice estar zapateando cuando alguien está muy nervioso, ansioso o inquieto, como con las patas que no paran un segundo. Puede ser antes de un examen, una cita o cuando estás esperando un resultado importante. Es como si el cuerpo te bailara solo del cagazo, y la verdad es que la imagen es bastante graciosa.
"Anoche antes del clásico, el Beto estaba zapateando mal, iba del living a la cocina cada dos segundos y ni la birra lo calmaba."