Interjección bien tucumana para tirar admiración de golpe. Se usa cuando alguien te sorprende por lo groso que es, por la facha, la fuerza o porque la rompe en algo. Es como decir qué bestia o qué crack, pero con sabor del norte. Ideal para elogiar sin ponerse cursi.
"¿Viste al Facu en el gym? ¡Fa! Qué león, metió 120 en sentadilla y ni transpiró, alto animal."