Se usa para hablar de alguien que vive inventando historias increíbles, que siempre adorna todo y termina sonando más falso que final de telenovela barata. No es que sea escritor, es que no se le puede creer mucho porque todo lo exagera. Ideal para ese pana que uno quiere, pero sabe que es más embustero que serio.
"No joda, no le pares a lo que dice el Luis, ese carajo es una fábrica de cuentos, ayer juró que tenía un yate en Higuerote y ni pasaje en metro tiene."