Es esa paja rica de moverte, una mezcla de pereza y desgano que te agarra y te deja en modo estatua. Se usa cuando no te da el cuero ni para cebarte un mate y preferís quedarte tirado. En Córdoba decir que tenés fiaca es re normal, casi una excusa oficial. Y sí, se contagia.
"Che, dejá de joder con salir, hoy tengo una fiaca tremenda. Me quedo en casa con mate, Netflix y el ventilador a full."
Palabra muy usada para hablar de una pereza brutal, de esas que te dejan pegado a la cama o al sillón sin ganas de hacer nada. Es como que el cuerpo pesa el triple y la motivación se fue de vacaciones. Muy típica para describir domingos resacosos o días de calor insoportable, y la verdad es que todos la hemos sentido.
"Tengo una fiaca tremenda, ni ganas de ir a comprar facturas, si querés mate caete vos con algo rico porque yo del sillón no me muevo, che."