En Bogotá se usa para decir que alguien se quedó dormido un ratico, casi siempre sin planearlo. Es como una siesta exprés que te pega de sorpresa viendo tele, en clase o en el bus. Suena tierno, como si el sueño te hubiera noqueado suavecito, y la verdad es que tiene bastante gracia usarlo.
"Parce, me senté a ver una serie con mi novia y terminé haciendo chito antes de que saliera el intro del primer capítulo"