Se dice cuando alguien exagera muchísimo por una chorrada, montando la película completa como si fuera el final de una telenovela. Es convertir un problema mínimo en tragedia máxima, con lágrimas, reproches y todo el teatrillo. Vamos, que en vez de respirar hondo se marca un show digno de patio de instituto, pero tiene su gracia verlo.
"Marcos perdió las llaves cinco minutos y empezó a hacer un drama, llorando por el pasillo y diciendo que la vida es una mierda y que todo le pasa a él."