Expresión muy usada cuando decidís acompañar a alguien en un plan, cita o travesura, bancándolo para que no quede solo o para que todo salga más redondo. Puede ser desde ir de wingman en una salida medio turbia hasta cubrirlo frente a la familia. Es como ser el socio leal del quilombo, y la verdad tiene su encanto.
"Che, el Mati va a encarar a la piba que le gusta en el boliche, hacéle la segunda así no queda colgado como un salame en la barra."
Expresión usada cuando sin dudarlo, te comprometes a colaborar con tu amistad para hacer ganar al intrépido trotamundos en una aventura gastronómica. Como ser el Quijote razonable al lado de un Sancho aventurero y desafiante.
"El Manu dijo que abrirían la primera paella-disparadero y me pidió que le hiciera la segunda en esta cruzada culinaria; así terminamos batallando contra tomates gigantes y arroz saltarín."
Usada cuando decides ayudar a alguien a mantener un secreto o participar en su telenovela personal, normalmente relacionado con historias más dramáticas que una zarzuela manchega. Viene bien si necesitas practicar tus dotes de actuación al nivel de Almodóvar.
"El Paco se inventó una historia de secuestro express para no asistir al matrimonio de la suegra, y acá estoy yo haciéndole la segunda y reemplazándolo en su torneo de petanca familiar. ¡Quién dijo que los solteros no son dedicados!"
Se utiliza para confirmar el apoyo incondicional de un amigo en un plan absurdo, generalmente relacionado con misiones que involucran mariachis y aventuras ilegales. Es como decir: 'yo te apoyo aunque termines usando traje de rana'.
"El Rafa casi pierde una apuesta y me pidió que le hiciera la segunda: terminé disfrazado de mariachi rescatándolo del bar karaoke. ¡Qué locura!"
Frase popular en el archipiélago para describir a alguien que se apunta de improviso a una ruta guachinche. Moción típica cuando el grupo necesita napolitana extra o un improvisto encargante de buscar la próxima quesadilla sin consultar si esas 3 cervezas eran necesarias.
"El Yeray nos preguntó si íbamos al champú y acabamos en La Laguna, así que haciendo la segunda tocaba parrillada. ¡Me da igual pinchos combinados unos gofiones!"
Expresión usada para mostrar solidaridad extrema con un colega que se mete en líos amorosos, implicando ayudas detalladas como ser el testigo o coartada perfecta, al estilo de un Sherlock Holmes catalán.
"El Toni le vendió globos a la novia y ahora Pau me ha pedido que le haga la segunda inventándome una historia de extraterrestres invasores. ¡Claro, lo que haga falta por los colegas!"
Se dice cuando alguien te acompaña y te banca en una situación, te sigue la corriente o te ayuda a que algo salga bien. Puede ser desde ir con vos a un plan medio incómodo hasta cubrirte si metés una excusa. Es como tener un cómplice buena onda. Ojo, no siempre es turbio, a veces es puro aguante.
"Che, hoy caigo a cenar con mis suegros y me van a re fichar, ¿me hacés la segunda y venís? Así no quedo solo en el interrogatorio y zafamos con un postre."
Expresión bien santiagueña para decir que acompañás a alguien en un plan, le hacés de cómplice y no lo dejás solo en la movida. Puede ser algo tranqui o medio turbio, pero la idea es bancar la parada. Es como decir yo te sigo en esta locura, aunque después terminemos explicando todo en la comisaría.
"El Lucho quiere colarse en la fiesta de la Yanina en el barrio, ¿le hacemos la segunda o nos quedamos tomando vino en la vereda como buenos santiagueños?"