Interjección muy española para expresar sorpresa, enfado, dolor o desconcierto cuando pasa algo fuerte o inesperado. Viene de la hostia religiosa, pero en la calle ya casi nadie piensa en eso, solo suena contundente y muy nuestra. Es bastante coloquial y puede sonar un poco basta, pero hay que admitir que tiene mucha gracia y pegada.

"Iba tan tranquilo por el pueblo y, al ver al burro del vecino subido al tejado del bar, solté: ¡hostias, Manolo, como se caiga nos quedamos sin chiringuito!"

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!