Apodo medio cariñoso y medio en burla para el pana que es lentito, distraído o vive en su mundo, como si andara en modo avión todo el día. No siempre es insulto fuerte, depende del tono y la confianza. Se usa mucho para vacilar al compadre que se queda colgado pensando cualquier cosa.
"Oye, huevoncito, te dije que compres el pan y volviste con una cola y un chifle. Siempre andas volando, ñaño."