Expresión patagónica para rajar discretamente de un lugar, ya sea del laburo, de la casa o de una juntada que se puso plomo. Es como decir que te borrás con estilo para irte a algo mucho más cómodo, tipo comer ñoquis calentitos o vaguear sin culpa. Y hay que admitir que la imagen es bastante gloriosa.
"La oficina estaba más densa que sopa de ladrillo, así que me fui al ñoqui, me pedí delivery y me clavé una maratón de series en pantuflas."