En Boyacá se usa para decir que alguien captó la indirecta o entendió el mensaje sin que se lo expliquen con plastilina. Es como agarrar el hilo de la conversación al toque, sobre todo cuando hay chisme, doble sentido o una intención escondida. Si no jalas la vara, te quedas mirando como si nada.
"Le solté a Juan que María andaba preguntando por él y, de una, jaló la vara. Se acomodó la chaqueta, se peinó con la mano y hasta pidió tinto, todo sonriente."