Expresión usada cuando alguien tiene que ir a disculparse después de regarla feo, casi siempre con la pareja. Es como ir a aguantar el regaño, pedir perdón y hacer méritos para que no te manden a dormir al sillón. Suena chistosa, pero cuando te toca lavar el calzón de verdad, ya no hace tanta gracia.
"No manches, después de que se fue con los cuates y llegó hasta las chanclas, al otro día andaba bien mansito, listo para ir a lavar el calzón con la esposa en la cocina."