En Risaralda se le dice maicero a la persona metida en todo, bien chismosa y preguntona, que se entera de cada cuento aunque no la hayan invitado. Es el típico que pasa, saluda y ya salió con el resumen completo del barrio. No es precisamente un halago, pero a veces da risa lo rápido que arma la novela.
"Julián es re maicero, vos le contás algo a uno y a los cinco minutos ya lo sabe media cuadra con detalles y todo."