Se usa para hablar de alguien que se manda una jugada bien jugada pero medio kamikaze, típica de neuquino confiado. Es hacer algo arriesgado sin pensar demasiado en las consecuencias, a lo macho patagónico. A veces sale redondo y quedás como héroe, y otras terminás haciendo papelón, pero con anécdota para el asado.
"El Chino se mandó una neuquina y bajó el río en kayak con la resaca del finde, sin chaleco ni nada, y terminó abrazado a una rama pidiendo que llamen a Prefectura"