Se dice cuando alguien se pone a discutir o a porfiar por puro gusto, sin pruebas ni sentido, como si estuviera tratando de agarrar aire con las manos. Es esa pelea eterna que no llega a nada, pero igual la persona sigue dale que dale. Bien de cuando alguien se pone mañoso y no suelta el tema.
"El Pancho lleva media hora manoseando el viento con lo del chupacabras, y nosotros ya queremos puro irnos a tomar once."