Se usa en Chile para hablar de cuando alguien arregla, adorna o disfraza la pega para que parezca más complicada, profesional o currada de lo que realmente es. Es como ponerle labial a un chancho o echarle brillantina a un desastre. Todo se ve bonito por fuera, pero por dentro sigue siendo la misma pega medio chanta.
"El Nico se quedó hasta tarde maquillando la pega, le puso mil colores al informe, pero los números siguen más truchos que billete de Monopoly."