Se usa para describir a alguien que está exageradamente emocionado, inquieto o pasado de revoluciones, como si le hubieran pegado un susto brutal o le hubieran metido energía por vena. Es muy gráfica, porque te imaginas al pobre chivo corriendo como loco con un petardo atrás. Y hay que admitir que la imagen es tan absurda que da risa.
"Desde que le dijeron que iba pa' la playa con todo pago, el pana anda más animado que chivo con petardo, brincando por la casa y fastidiando hasta al perro del vecino."