Se dice en Caracas cuando pasa algo rarísimo pero bueno, de esos mini milagros que en la ciudad se sienten como ganar la lotería. Vale para cosas cotidianas que por lo general salen mal o tarde, como que el bus llegue a la hora, haya agua todo el día o el internet no se caiga. Y sí, suele ir con risa y resignación.
"Chamo, hoy sí hubo agua todo el día y el Metro no se paró. Nojoda, eso fue un milagrito de Caracas, voy a comprarme un Kino."