Verbo bien de parche para decir que alguien hace de todo por la pareja y se deja mandar sin chistar. Viene del mandil, como el estereotipo del que anda de “juicioso” en la casa y no se despega ni pa’ respirar. No siempre es malo, pero cuando te desapareces del combo, ya estás mandileando duro.
"Parce, Jairo ya no sale ni a jugar micro porque la novia lo tiene en videollamada. Ese man anda mandileando re duro, ni el domingo se asoma."