Se usa para describir ese estado de confusión mental suave pero insistente, cuando tenés la cabeza nublada y las ideas se chocan entre sí. Puede ser por vino, por cansancio o por pensar demasiado en pavadas. Es como tener la mente en modo niebla patagónica, todo lento y medio torpe, pero con su encanto.

"Hoy me levanté con tanta neblina mental que le puse yerba al café, guardé las llaves en la heladera y encima salí sin abrigo con este vientito patagónico asesino."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!