Interjección muy típica para expresar sorpresa, susto o admiración sin soltar una palabrota. Es como decir ¡madre mía! o ¡no me jodas!, pero en versión más suave y apta para decirla delante de tu abuela. Se usa cuando te sueltan una noticia loca o ves algo inesperado y te quedas a cuadros.
"¿Que el Juan dejó el curro y se fue a vivir a una furgoneta con un gato influencer? ¡Ostras! Y yo aquí pagando alquiler como un pringao."
Expresión utilizada para expresar sorpresa o asombro en situaciones inesperadas. Similar a decir '¡Guau!' pero con un toque sureño.
"¡Ostras! No me esperaba ver a Javier bailando cueca arriba de la mesa."