Interjección muy de Aragua que se suelta cuando algo te deja loco, ya sea por sorpresa, incredulidad o porque la vaina está demasiado buena. Es como un combo entre un ¡válgame! y un ¡epa chamo!, pero con más sabor criollo. Suena medio inocente, pero igual se nota que estás impactado, y la verdad es que queda bastante gracioso.
"¿Que el pana del barrio ahora es influencer y lo invitaron a Miami? ¡Ostras, chamo! Si ese tipo ni sabía prender la cámara del teléfono, qué locura."