Se usa para referirse a un amigo muy cercano o compinche. Ese bro del alma que siempre está pa' ti.
"Oye, pataza, ¿y si nos vamos por unas chelitas después? ¡Tú pones las risas y yo pongo la música!"
En Junín se usa para decir que alguien tiene unos pies gigantes, de esos que parecen palas y ocupan media vereda. Es medio en broma, medio en serio, como para cargar al amigo que no entra en las ojotas del resto. No es insulto pesado, pero sí un chistecito que se tira con confianza y con ganas de reírse un rato.
"Che, Pablito, con esas patazas que tenés mejor vení descalzo, porque si te presto mis zapatillas las dejás hechas sandalias de una patada."
Dícese de un amigo muy cercano, casi como un hermano, con el que compartes hasta los secretos más locos.
"Oye, pataza, tenemos que hacer esa aventura en el desierto antes que nos gane la chamba."
Amigo súper cercano, ese bro que es más como un hermano. Con él compartes desde la chamba hasta el cebiche del domingo.
"Oe, mi pataza Luis me salvó ayer cuando no tenía para el taxi. Es un crack."