Se usa para decir que alguien por fin entendió algo, captó la idea o se acomodó al clima de la situación. Es como cuando al principio estás más perdido que turco en la neblina y de golpe te cae la ficha. Muy de charla relajada, suena canchero y tiene ese toque de complicidad que siempre viene bien.
"Al principio el porteño no cazaba una con el mate, pero después de un par de rondas pilló la onda y ya cebaba como rionegrino viejo, sin quemar a nadie ni hacer cagadas."