Expresión muy castiza de Madrid que se usa para decir que alguien se larga de un sitio, normalmente sin avisar y con bastante poca ceremonia. Es como hacer la bomba de humo cuando la cosa está sosa, rara o ya no apetece nada seguir ahí. Suena graciosa, un poco viejuna, pero sigue teniendo su encanto cañí.
"Tío, cuando vi que en la fiesta solo quedaban tres zombis bailando reguetón lento, me piré el canelo y me fui a por un bocata de calamares a Sol."